revolucion mexicana

En Sinaloa, este movimiento revolucionario se inició cuando al morir Francisco Cañedo, en el año de 1909, se convocó a elecciones para gobernador, en las que participaron Diego Redo y José Ferrel. Rafael Buelna Tenorio, conocido como el “Granito de Oro”, inició su participación política uniéndose a la candidatura de José Ferrel y se convirtió en uno de sus principales oradores.
Después de estos hechos, muchos sinaloenses decepcionados no quisieron luchar en contra del presidente Díaz que deseaba su reelección. Pero otros estuvieron dispuestos a una nueva lucha y empezaron a tomar parte en la campaña antirreeleccionista que encabezaba Francisco I Madero. El 2 de enero de 1910 Madero desembarcó en Mazatlán. Madero también estuvo en Culiacán y en Angostura y conoció al profesor Gabriel Leyva Solano, quien era partidario suyo y enemigo de la dictadura de Porfirio Díaz. Cuando Díaz mandó encarcelar a Madero y se hizo reelegir presidente de México por sexta vez, Leyva Solano se levantó en armas el 2 de junio de 1910. Fue traicionado y cayó en manos de las autoridades, quienes lo asesinaron en Cabrera de Inzunza el 13 de junio del mismo año. A Gabriel Leyva se le considera precursor de la Revolución Mexicana.
En Sinaloa se levantaron Juan M Banderas, Ramón F Iturbe y Herculano de la Rocha en el norte, y en el sur Justo Tirado y Pomposo Acosta. Aunque al principio estos levantamientos no llegaron a constituir un peligro para la dictadura, después, junto con otros pronunciamientos que se llevaron a cabo en varias partes del país, hicieron que la revolución de Madero avanzara. En Sinaloa, Banderas e Iturbe vencen a los federales dirigidos por el general Higinio Aguilar y el coronel Luis Morales, y toman Culiacán en mayo de 1911. Después de seis meses de lucha. Porfirio Díaz renunció a la presidencia y abandonó el país.
El 22 de febrero de 1913 son asesinados Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez. El usurpador nombró al general José Legorreta gobernador de Sinaloa en lugar de Felipe Riveros. Venustiano Carranza se levantó en armas en contra de Huerta para restaurar el orden constitucional, por eso a su ejército se le llamó Constitucionalista.
Los grupos revolucionarios de Sinaloa que se levantaron en armas estaban acaudillados por Juan Carrasco. En la sierra, Rafael Buelna atacó las poblaciones de San Ignacio y Rosario y penetró en el entonces territorio de Tepic. Carranza y sus tropas llegaron a El Fuerte el 15 de septiembre de 1913. Benjamín Hill tomó Los Mochis y poco después la plaza de Sinaloa. El ejército del Noroeste al mando de Álvaro Obregón tomó Culiacán; puso sitio a Mazatlán y continúo su marcha hacia el sur.
Sin embargo, una vez derrotado Huerta, la situación se hizo más tensa. Pero las diferencias eran profundas; por un lado, se encontraban los carrancistas, representando al grupo que deseaba el control de la economía y la política y por otro los obregonistas representantes de los pequeños y medianos propietarios y comerciantes, quienes también ansiaban el control económico y político que durante tanto tiempo les fuera negado. En otro extremo estaban los villistas y Zapatistas, que representaban a la población campesina que luchaba por el reparto de tierras. Los distintos grupos no llegaron a un acuerdo y la convención se trasladó a Aguascalientes, donde desconoció a Carranza como presidente; éste partió hacia Veracruz y tras cruentos combates los constitucionalistas se impusieron y Carranza propuso la elaboración de una constitución que se promulgó el 5 de febrero de 1917.

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